¿Te has preguntado alguna vez cómo sería vivir con una mente más tranquila y en paz, incluso en medio del caos diario? Déjame decirte que sí es posible. El mindfulness es una práctica milenaria que ayuda a lograrlo.
El mindfulness, también conocido como
plena consciencia, consiste en concentrarse en lo que sucede dentro de nosotros
y a nuestro alrededor, mientras renunciamos a las distracciones. Es una
práctica que ha demostrado tener beneficios significativos para la salud física
y mental. Según Jon Kabat-Zinn,
uno de los principales expertos en la materia, se trata de prestar atención de
manera intencional al momento presente, sin juzgar nuestras experiencias.
[“Solo existen dos días en el año en los que no se puede
hacer nada. Uno se llama ayer y el otro se llama mañana. Hoy es el único día
para amar, creer, hacer y principalmente vivir”.
Dalai Lama.]
Estar
presente en el momento
Estar presente significa estar plenamente en
contacto con nuestra experiencia actual, sin ser arrastrados por el pasado o
preocupados por el futuro. Se busca que
la conciencia se relaje y no haga juicios de nuestras sensaciones,
sentimientos o pensamientos. Aquí, el cuerpo toma protagonismo y se deja sentir
sin juzgarlo.
Técnicas de práctica del Mindfulness
Existen muchas
formas de practicar mindfulness, desde la meditación formal hasta simplemente
prestar atención a la respiración mientras caminamos. La meditación plena, la
respiración consciente y el escaneo corporal son algunas d las técnicas más
comunes utilizadas para cultivar la atención plena.
Práctica de
respiración consciente
Realiza una práctica
de respiración consciente durante 5 minutos. Mientras respiras enfócate en el
flujo del aire que entra y sale de tu cuerpo. Observa cómo tu mente se calma y
cómo tu atención se dirige al presente. Y cuantos más pequeños momentos como
este tengas en tu día, vas a darte cuenta de que la paz mental es posible.
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