¿Te has preguntado alguna vez cómo abordar el final de una relación de manera que no sea un punto y aparte, sino más bien un nuevo capítulo de crecimiento y compromiso?
En un mundo marcado por relaciones con fecha de caducidad y en donde el miedo al compromiso suele ser algo común, la separación consciente se presenta como una nueva forma de enfrentar el final de una relación. Este enfoque no solo se centra en el bienestar emocional de los adultos, sino también en el impacto en los más pequeños.
Comunicación y empatía
La separación consciente inicia mucho antes de dar el paso final. Es un proceso que requiere comunicación abierta y conjunta. “Estar de acuerdo en qué y cómo se va a comunicar es vital para establecer las bases de un entendimiento mutuo. Siempre hay que anunciar la separación a los hijos en conjunto”, dice Sebastián Pibi, terapeuta dedicado a acompañar a personas que están atravesando procesos de separación para que puedan hacerlo de forma consciente y amorosa.
La manera de anunciar la separación a los hijos es esencial. Explicar que el amor no se termina, sino que se transforma, y que la decisión busca el bienestar de la familia es la clave. En el caso de adolescentes, el énfasis está en el acompañamiento. Mostrar unidad en áreas fundamentales como la rutina diaria y la educación brinda estabilidad emocional a los hijos.
En cambio, para los niños más pequeños, Pibi sugiere una comunicación gradual antes de ejecutar la separación. Presentar la decisión de a poco y en forma de cuentos, es una buena opción; y permitir que el niño vea a ambos padres juntos compartiendo salidas y espacios en común proporciona consuelo y minimiza el impacto.
Es importante comprender que la herida de los padres a los hijos es inevitable porque el deseo permanente y constante de un niño durante toda su vida será volver a ver a sus padres juntos. Por ello, cultivar la empatía es fundamental ya que ese deseo, de manera consciente o inconsciente, siempre va a estar ahí.
Establecer acuerdos y equidad
Cuando se trata de la equidad en el tiempo y el apoyo económico, el terapeuta aboga por acuerdos claros. “La equidad es fundamental”, sostiene, ya sea en el tiempo compartido o en responsabilidades económicas. El niño no debe estar eligiendo entre uno u otro. La empatía y la escucha activa son esenciales para construir puentes y mantener un equilibrio justo. Por otro lado, antes de involucrar a nuevas personas en la vida del niño, el terapeuta aconseja que la relación esté previamente establecida. “Antes de presentar a alguien nuevo, la relación debe estar clara, ordenada y se debe ir incorporando al niño de manera paulatina, nunca en la casa; porque la prioridad, más allá del bienestar emocional de los adultos, es el niño”.
Separarse no es el final
En una sociedad donde la tolerancia a la frustración es baja, abrazar la idea de una relación consciente se convierte en un acto de valentía y resistencia. Pibi nos invita a ver la separación como una construcción continua. “El amor es una construcción y en esa construcción hay bloques que se parten, pero la construcción sigue. Vivimos en una sociedad donde ante el primer ladrillo que se parte, tiramos la construcción abajo. Es que en la era de la sostenibilidad no sabemos sostener pareja, procesos, relaciones, etc”. La separación consciente, según el terapeuta, es comprender que, en realidad, no hay separación.
Te invito a escuchar la entrevista completa a Sebastián Pibi en mi canal de YouTube y si quieres contactarlo puedes hacerlo a través de su Instagram @sebastian.ancestral o a través de su e-mail: sebastiancoachancestral@gmail.com
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