Cómo las preguntas correctas pueden transformar tus emociones
Las emociones negativas no siempre vienen de lo que pensamos. Entendiendo que ninguna emoción en realidad es negativa o positiva, más bien esa clasificación viene de nuestra mente, justamente. Pero bueno, para que me entiendas, las emociones negativas no siempre vienen de lo que pensamos. Muchas veces, tienen que ver con las preguntas que nos estamos haciendo. Si esas preguntas parten de suposiciones erróneas o de creencias que no cuestionamos, es imposible encontrar respuestas verdaderas. Si te estás repitiendo una y otra vez la misma pregunta, pero desde un lugar equivocado, las respuestas que obtendrás también lo serán.
¿Qué pasaría si las preguntas que te haces fueran diferentes? Si en lugar de pensar “¿por qué siempre me pasa lo mismo?” o “¿por qué todas las personas que conozco son iguales?”, te dieras espacio para cuestionar esas creencias y explorar nuevas perspectivas.
La clave está en cambiar la pregunta, y con ella, cambia la respuesta. Hace poco descubrí un método que me hizo mucho sentido y que estoy practicando, previamente a haberlo investigado. ¿Has sentido hablar del método socrático de cuestionar llamado mayéutica? te lo cuento aquí.
La mayéutica: hacer preguntas para descubrir la verdad
La mayéutica, una técnica filosófica de Sócrates, nos invita a hacernos preguntas para descubrir si nuestras creencias están basadas en suposiciones incorrectas. En lugar de quedarnos atrapados en ideas preconcebidas, el objetivo es cuestionar nuestras suposiciones y profundizar en nuestras creencias para ver si están alineadas con lo que queremos lograr. Porque, en muchos casos, el problema no es lo que está pasando, sino lo que creemos que está pasando.
Paso 1: cuestiona las suposiciones
Primero, es necesario identificar las creencias que están detrás de esas preguntas. ¿Qué suposiciones estamos dando por sentadas? Imagina que alguien tiene problemas en sus relaciones de pareja. Si su mente repite “todos los hombres/mujeres son iguales” o “nunca voy a encontrar una relación sana”, esas ideas limitantes se convierten en las barreras que impiden ver nuevas oportunidades.
¿Qué creencias o suposiciones tienes sobre un tema que te preocupa? El primer paso para salir de un círculo vicioso de pensamientos es cuestionar esas ideas que no nos sirven.
Paso 2: ¿por qué crees lo que crees? busca las evidencias
Es vital que te detengas y pienses: ¿de dónde viene esta creencia? ¿Es algo que has vivido directamente o es una idea que se te metió en la cabeza por experiencias ajenas? Cuestionar el “por qué” detrás de nuestras creencias nos ayuda a ponerlas en perspectiva y a ver si realmente son válidas.
Por ejemplo, si crees que “todos los hombres/mujeres son iguales”, pregúntate: ¿En qué momentos he visto que esto es cierto? ¿O tal vez es solo un patrón que se repite por situaciones pasadas?
Paso 3: encuentra nuevas perspectivas
A veces, solo necesitamos ver las cosas desde otro ángulo. En lugar de ver a las relaciones como imposibles, pregúntate: ¿Qué pasaría si esa creencia no fuera cierta? Tal vez hay personas que desafían esa idea y podrías empezar a ver las relaciones de una manera más amplia. Cambiar el enfoque puede abrir nuevas puertas a soluciones.
Paso 4: explora las consecuencias de cambiar tu visión
¿Qué pasaría si empezamos a pensar de manera diferente? ¿Si consideramos que las relaciones pueden ser sanas y las personas pueden sorprendernos de maneras positivas? Imagínate el cambio que se produciría si logramos soltarnos de esa vieja creencia que nos ha limitado todo este tiempo.
Nuevas preguntas para nuevas respuestas
Piensa en cuando crees que no eres lo suficientemente bueno para un proyecto/trabajo. Si en lugar de preguntarte: “¿por qué siempre me falta algo?’, te preguntas “¿qué habilidades puedo desarrollar para sentirme más preparado? Así, las nuevas preguntas pueden liberar nuestra mente de viejos patrones. Y con esa libertad, llega el control: el control de lo que creemos, de lo que sentimos y de cómo actuamos.
A través de la práctica de mindfulness y la escritura meditativa, puedes empezar a aplicar estos principios a tu vida. Cuando te tomas el tiempo para cuestionar tus pensamientos, tus emociones y tus creencias, te das la oportunidad de encontrar soluciones que antes parecían inalcanzables.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a una situación que te haga sentir atrapado, recuerda: la respuesta siempre empieza con la pregunta correcta. Por ello, hice un PDF con más de 50 preguntas disparadoras para que comiences a contarte un cuento diferente. Descárgalo gratis.
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