¿Qué son las emociones adaptativas y cómo gobiernan nuestra vida?

La palabra emoción proviene del latín “e-moveo”, el impulso que induce a la acción. Una emoción es una reacción global, intensa y breve del organismo ante una situación inesperada. Todas las emociones son, en principio, adaptativas. Y estas emociones no sólo gobiernan nuestros actos, sino que también moldean nuestra percepción del mundo y nuestras interacciones con los demás.

En este artículo explicaremos cómo puedes utilizar tus emociones adaptativas a tu favor para mejorar tu desarrollo personal y profesional.

¿Qué son las emociones adaptativas?

Las emociones adaptativas son aquellas que surgen de manera natural y nos ayudan a responder a diferentes situaciones de manera efectiva. Y estas emociones están profundamente enraizadas en nuestra biología y evolución, y tienen una función clave en nuestra supervivencia y bienestar. 

Por otro lado, la categoría de positiva o negativa es simplemente una reevaluación que hacemos de una determinada emoción dependiendo de cómo se presente, en qué contexto se active y la capacidad que tengamos de gestionarla. 

El autoconocimiento a través de las emociones

Conocer tus emociones y entender de dónde vienen puede darte claridad para ti mismo. Pregúntate, ¿qué emociones experimentas con más frecuencia? ¿Qué situaciones tienden a desencadenarlas?

Por ejemplo, si te das cuenta de que sientes ansiedad en situaciones sociales, podrías explorar las causas subyacentes de esa ansiedad. ¿Es el miedo al juicio? ¿La falta de confianza en tus habilidades sociales? Identificar estos patrones emocionales te permite trabajar en ellos de manera consciente.

Las emociones adaptativas actúan como brújulas internas. La tristeza, por ejemplo, puede indicarte que necesitas tiempo para procesar una pérdida o un cambio significativo. La ira puede señalar una injusticia o una violación a tus límites personales. Es importante intentar no juzgar las emociones en buenas o malas y tomarlas como indicadores para hacernos preguntas y así comprendernos a nosotros mismos.

Para evaluar el carácter adaptativo de las emociones, es crucial considerar el contexto en el que surgen, así como la intensidad y la cantidad de veces que la experimentamos a diario. Aunque determinado estímulo lo valoremos como algo negativo, no tiene que ser desadaptativo; lo que puede volverse desadaptativo es que, una vez que el peligro ha pasado, nuestro nivel emocional no disminuya.

Estrategias para manejar tus emociones adaptativas 

• Reconocer y validar tus emociones

Permitirte sentir lo que sea que estés sintiendo sin juzgarte por ello. Todos experimentamos mil emociones todo el tiempo y cada una de ellas tiene un propósito. Cuando te sientas abrumado, tómate un momento para identificar lo que estás sintiendo. Di en voz alta (también lo puedes escribir, a mi eso me ayuda muchísimo): Estoy sintiendo [nombre de la emoción] porque [razón]. Este simple acto de reconocer y validar tu emoción puede reducir significativamente tu ansiedad ayudarte a manejarla de manera más efectiva 

• Practicar la inteligencia emocional

La inteligencia emocional es la habilidad de entender, usar y gestionar tus emociones de manera positiva, ¡que no es lo mismo ser positivo de la boca para fuera y en realidad estás tapando las emociones que sientes! Así, desarrollar esta habilidad puede mejorar tus relaciones, ayudarte a manejar el estrés y aumentar tu capacidad para superar desafíos. 

Existen cuatro componentes principales de la inteligencia emocional: la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y las habilidades sociales. Trabajar en cada uno de estos aspectos te permitirá interactuar de manera más efectiva tanto en tu vida personal como profesional.

Técnicas de regulación emocional

• Mindfulness y meditación. Estas prácticas te ayudan a estar presente y observar tus emociones sin reaccionar de manera impulsiva. La meditación regular puede aumentar tu autoconocimiento y mejorar tu capacidad para manejar el estrés. 

• Reestructuración cognitiva. Esta técnica consiste en cambiar la forma en que interpretas una situación. Si te encuentras en una situación estresante, intenta ver el lado positivo o encontrar una perspectiva diferente que reduzca la carga emocional negativa.

• Ejercicio físico. La actividad física libera endorfinas que son hormonas que mejoran el estado de ánimo. Además, el ejercicio regular puede reducir el estrés y la ansiedad, mejorando tu bienestar emocional general. 

• Técnicas de respiración. La respiración profunda y consciente puede calmar tu sistema nervioso y reducir la intensidad de las emociones negativas. Practicar respiración diafragmática puede ser especialmente útil en momentos de alta tensión. 

Las emociones adaptativas son una parte esencial de nuestra naturaleza humana. Muchas veces, nos guían a niveles inconscientes y aprender a reconocer, comprender y gestionar estas emociones puede tener un impacto profundo en nuestra vida.

Las emociones no son nuestras enemigas, tampoco son buenas o malas. Deben existir porque sabiendo regularlas son parte fundamental para autoconocernos y tomar decisiones cada vez más alineadas con nuestro ser. Cuando las gestionamos adecuadamente, nos ayudan a alcanzar nuestras metas y vivir una vida más plena.